Conocí El Jueves con trece años. Un compañero de clase, Perelló, me hablaba de ella muy emocionado. Sobre todo del Profesor Cojonciano.
-¿De qué va?-preguntaba yo todo inocente.
-El tío empieza a hablar de sexo y se enrolla como una persiana, ¡lo que te ríes!-contestaba Perelló.
El primer álbum recopilatorio de El Jueves que compré fue el segundo del Cojonciano, cuando aún eran Suplementos mensuales de El Jueves. Trece años, sexo, una combinación clara.
Con los años cada vez me interesó menos, la verdad. Lo llegué a encontrar bastante reiterativo, repetitivo. Tanto Tobías para arriba y para abajo.
Pero ahora, tras años de no leerlo, lo veo con mejores ojos.
Sí, es más basto que un polo de sobrasada, que dice mi madre. No es nada sutil, ni elegante.
Pero tiene cierto ritmo en su dispersión y algunos puntos que consiguen sorprenderme y divertirme.
Que no está mal.
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