Hacía tiempo que no me releía esta historia. La estructura es bastante curiosa, sobre todo para la época.
Steranko dedica mucho espacio a contar la vida de un perdedor cuya incidencia en la trama principal es casi anecdótica.
Pero lo que me llama mucho la atención es la escena de la carrera de coches que está casi metida por la cara para darse el gusto de dibujarla...
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