Warren Ellis lleva ya más de una década dedicado a proyectos propios con vistas a llevarlos al cine y a relanzar series de personajes ajenos que abandona tras seis números o así.
Aquí parece que aguanta un poco más. Supongo que por el personaje, ya que no es uno habitual del cómic...
La trama, el esquema, los lugares comunes son los de siempre. Una escena de acción precréditos, villanos con taras físicas, todo eso.
Pero Ellis juega con los elementos habituales, siendo fiel a ellos (Bond y sus ansias de elegancia que no le permiten usar un pistolera que le deforme el traje o negándose a coger un Fiat oxidado) o dándole algún giro (M ahora es negro, Moneypenny es la que le suelta frases insinuantes a Bond, Q recuerda a John Cleese, quien fue R en el cine). Y mantiene unos ciertos niveles de verosimilitud con algunos detalles, como evitar gadgets o crear problemas burocráticos.
Lástima que el dibujante sea más bien inexpresivo y que a veces resuelva algunas escenas de acción de forma bastante confusa.
La seguiré, claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario