Pues sí, Juan Díaz Canales se ha atado los machos para hacer una obra como autor completo. Que ya tocaba porque bien que sabe dibujar. Anda que no debe de haber montones de álbumes con Blacksads suyos por ahí...
Como guionista se acerca al género negro, en una ambientación notoriamente madrileña, pero sólo superficialmente. Porque el misterio es nulo y la cosa va más de nihilismo y de la sensación de vacío que nos ha dado a todos en algún momento mirándonos a un espejo.
Posiblemente, lo que más me ha gustado con diferencia son los diálogos. Rotundos, con ironía, frescos, en un cruce muy complicado entre la literatura y la verosimilitud, entre lo artificial y el costumbrismo.
Bueno, espero que la cosa no se quede en quitarse la espina de encima, de sacarse el sambenito de "guionista" y que dentro de un tiempo veamos más obras de Díaz Canales tanto como guionista como dibujante.
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