Mauro Entrialgo: Ángel Sefija: Sin cagarse en diez

Esto de los títulos con referencias a números está tomando unos tintes bastante delirantes.

Pero lo demás sigue siendo ingenioso, divertido o las dos cosas.

Javier Pina y John Ostrander: Suicide Squad: From the Ashes

A mí el Escuadrón Suicida que me gusta es la versión de John Ostrander. Con su Deadshot, su Capitán Boomerang, su Amanda Waller (como ella se define, "gorda, negra, cascarrabias y menopáusica" y no la de los últimos tiempos que parece que ha estado a dieta del cucurucho) y un montón de villanos de tercera regional que palman a la mínima.
Este tomo recoge una miniserie, dibujada por Javier Pina, donde Ostrander volvía a escribir las andanzas del Escuadrón en una historia contemporánea pero que tiene sus flashback, sus guiños al pasado y todo eso, lo que le permite usar al Capitán Boomerang original antes de su muerte. Y aprovechaba para resucitar a Rick Flag, el líder inicial del grupo, quien había muerto en una misión. Siempre sospeché que lo recuperaría pero no después de quince años...
Todas las intrigas, los detalles de las personalidades de tantos personajes, dan como un resultado un cómic de lo más resultón y entretenido. Qué pena que no hubiera más.

Paco Alcázar: La industria de los sueños 2: ¡Pura fórmula!

Nueva recopilación de las colaboraciones de Paco Alcázar para la revista Cinemanía.
Chistes cinéfilos, carcajadas garantizadas...

Carlos Giménez: Crisálida

Wow.
He sido bastante crítico con las últimas obras de Carlos Giménez. Me parecían que o no estaban bien estructuradas, o que estaban hinchadas, o que eran correctas pero sin más. Y uno de Giménez espera más porque uno sabe que puede dar más.
Y ahora nos da una de esas obras para recordar.
Es emotiva, es lúcida, es inteligente, es actual y es eterna.
No queráis saber mucho de ella, ni os leáis el prólogo. Saltad al cómic directamente.
Este juego de espejos protagonizado por el Tío Pablo y Raúl, dos alter egos del autor, le permiten hablar de la vejez, de la creación, de las relaciones amorosas, del dinero, de las adaptaciones del cómic al cine (divertidísimo), de los secretos que escondemos a los demás, de los buenos amigos...
Ojalá Giménez pueda seguir dándonos obras como ésta muchos años.

Jack Kirby: Kamandi 6

Si Charlton Heston en "El planeta de los simios" se iba con Nova, una mujer salvaje, a Kamandi en el número anterior se le acoplaba Flor. En pleno franquismo ver un personaje femenino con las tetas al fresco, por mucho que le metieran unas oportunas melenas, fue un shock para un servidor y compañeros de clase. Aparte de las connotaciones eróticas, Flor era un personaje dulce y encantador.
Así que me gustaría saber cómo era el sistema de trabajo de Jack Kirby, si improvisaba, si planeaba con cierta previsión, porque dejó conmocionados a sus lectores con el giro final de este número...

Jack Kirby: Kamandi 5

Este cómic fue, vía la edición mexicana de Novaro, fue lo primero de Kirby a color y sin remontar y le tengo un cariño enorme que no me deja ver los puntos flojos, si los tiene, que lo dudo, porque disfruto igual los números que me lei de niño que los que no me lei...
Tuftan es un personaje muy interesante, sí.
Pero lo que más me impactó de este número fue el modo en que se resuelve un conflicto bélico y la llegada de Flor...

Jack Kirby: Kamandi 4

Llega Tuftan, el príncipe tigre, un amigo leal en plena guerra entre tigres y gorilas.
Entretenidísimo y con un Kirby que no deja de ser cada vez más espectacular.
Y el guiño metalingüístico de Kamandi leyendo un viejo cómic del Demon de Kirby tiene mucha gracia.

Juan Díaz Canales: Como viaja el agua

Pues sí, Juan Díaz Canales se ha atado los machos para hacer una obra como autor completo. Que ya tocaba porque bien que sabe dibujar. Anda que no debe de haber montones de álbumes con Blacksads suyos por ahí...
Como guionista se acerca al género negro, en una ambientación notoriamente madrileña, pero sólo superficialmente. Porque el misterio es nulo y la cosa va más de nihilismo y de la sensación de vacío que nos ha dado a todos en algún momento mirándonos a un espejo.
Posiblemente, lo que más me ha gustado con diferencia son los diálogos. Rotundos, con ironía, frescos, en un cruce muy complicado entre la literatura y la verosimilitud, entre lo artificial y el costumbrismo.
Bueno, espero que la cosa no se quede en quitarse la espina de encima, de sacarse el sambenito de "guionista" y que dentro de un tiempo veamos más obras de Díaz Canales tanto como guionista como dibujante.

Darwyn Cooke: Talent Showcase 19

New Talent Showcase (perdería el "New" en los últimos números) fue una colección de la primera mitad de los años 80 donde DC dejaba que se fogueasen nuevos autores con nuevos personajes. Allí empezó Scott Hampton, por ejemplo.
Darwyn Cooke publicó en el último número una historia muda de género negro de cinco páginas. Creo que es lo único que publicó antes de su paso por la animación. No deja de ser curiosa ya que demuestra su capacidad narrativa y su querencia por este género. Y me hacen bastante gracia esos ramalazos de estilo "Alan Davis", la verdad.
El resto es bastante tremendo. Hay una cosa de unos superhéroes tejanos que es sencillamente mediocre, hay páginas de humor tirando a olvidables, pero también hay una historia sobre un escritor de novelas del oeste que tiene bastante gracia. El dibujo no es nada especial pero la trama me ha parecido ingeniosa. El guionista fue un tal Alan Rowlands, al que no tenía el gusto de conocer y  que después he visto que hizo tres números de Powerman and Iron Fist, y un par de complementos de personajes de Robert E.Howard antes de desaparecer del mapa...

Jack Kirby: Kamandi 3

Igual Kirby se dio cuenta de lo mucho que Ben Boxer le quitaba protagonismo a Kamandi porque aquí los separa justo antes de que empiece el jaleo. Luego vuelven a ir de la mano pero creo que Kirby quería demostrar lo bien que se las apaña Kamandi solo.
Me lo sigo pasando de miedo con este plagio del Planeta de los Simios a lo grande.
Aunque me metan, no una sino dos, referencias bíblicas...

Max: El tríptico de los encantados (una pantomima bosquiana)

Un cómic de encargo para celebrar el aniversario de El Bosco y que Max resuelve con gracia y el elegante estilo sintético de sus últimos trabajos.
La mayor pega que le encuentro es que la mejor secuencia, la del desfile, recuerda inevitablemente a otra muy similar de Vapor. Me pregunto si es algo intencionado...

Jack Kirby: Kamandi 2

La verdad es que este número da la impresión de que el pobre Kamndi es un pobre comparsa de Ben Boxer.
Ben Boxer es el que tiene poderes, el que salva la situaciones, el que sabe qué pasa, el que tiene un minisubmarino, el que prepara las trampas, el que rescata a Kamandi cuando hay problemas...
¡¡Pero qué bueno que era en esta época Jack Kirby, por Dios!!!

Darwyn Cooke: Parker Book 4: Slayground

Cooke contaba en la entrevista que se publicó en el Parker: The Martini Edition que se moría de ganas de adaptar esta historia.
Y es que es realmente estupenda. Parker encerrado en un parque de atracciones cerrado y preparando trampas para sobrevivir al ataque de unos gangsters y policías corruptos. O sea, algo así como La jungla de cristal veinte años antes.
Se lee como un tiro. Trepidante. Se devora. Los adjetivos que queráis.
Y el grafismo de Darwyn Cooke, con su elegancia y simplicidad, es apabullante.
Qué pena me da ver al final un dibujo con el texto, a lo Bond, "Parker volverá en 2015".
No lo hizo.
Ni lo hará. No con Cooke, al menos.
Maldita parca.

Ventura y Nieto: Catódicos e integrados

Este tomo recoge diferentes parodias de series y programas de televisión desde finales de los años 70 hasta ya los años 90, la mayoría se publicaron en El Jueves y se recopilaropn en un tomo llamado Histerias indecentes de la tele pero no todos.
La pega es que al ser parodias de materiales muy concretos, si no conoces la referencia puedes ir algo perdido.Material algo coyuntural y todo eso.
Para salvar los muebles en este apartado, y para cuadrar las diferentes proporciones de páginas, están unos comentarios de Fausto Fernández, que no están mal, aunque alguna que otra gambada le he pillado (las temporadas que se han perdido de Los Vengadores no tenían a Mrs Peel como personaje, por ejemplo).
Pero estamos hablando de Ventura y Nieto, uno de los mejores equipos creativos humorísticos del cómic español, con un Ventura desatado, poseído por los espíritus de los mejores autores de la revista Mad, nombres como Jack Davis, Mort Drucker e incluso, en algún momento puntual, Don Martin; y un Nieto que enlaza situación surrealista tras situación surrealista, personajes absurdos y diálgos con juegos de palabras de lo más marciano.
Un placer, como siempre.

Darwyn Cooke: Parker Book 3: The Score

Parker y una grupo de delincuentes pero que es casi militar asaltan una ciudad. Lo de que los habitantes estén bajo toque de queda no lo acabo de entender, la verdad... Un tanto facilón por parte de Westlake para simplificar la cosa.
Pero no deja de ser muy divertido ver a Cooke con unos ramalazos caricaturescos muy inusuales en su carrera pero muy divertidos.
Por no decir lo de usar a autores conocidos como Steranko o Dave Johnson como referentes de algunos de los personajes.

Darwyn Cooke: Parker: The Martini Edition

IDW sacó un tomo de lujo enorme con estuche, tipo los Absolute de DC, que recopilaba las dos primeras adaptaciones de Darwin Cooke de las novelas del criminal Parker que escribió Donald Westlake bajo el pseudónimo Richard Stark: The Hunter y The Outfit. En ésta última Cooke había metido un flashback que contaba lo sucedido en la segunda novela, The Man with the Getaway Face, y que se había editado como comic promocional aparte con una página más o algo así y con otro color. En este tomo también se han separado y con el otro color. Además se incluye una historia corta (que se acabó sacando después en el cuarto y último cómic de Parker), una galería de dibujos de Cooke sobre los diferentes actores que han interpretado a Parker en el cine, una extensa entrevista a Cooke llena de dibujos raros, el fragmento de una novela de Parker que más le gustaba a Westlake (y que Cooke acompaña de otra ilustración), etc, etc... Una edición estupenda. No es que aporte mucho, seamos sinceros, pero es un gustazo.
Sobre todo por el tamaño. Los dibujos de Cooke, sencillos y eficaces, no se resienten nada del aumento. Aunque para escanearlo es complicado, la verdad.
Cooke siempre fue muy fan de Parker. Se le notaba en los guiños que hizo en trabajos anteriores como la novela gráfica de Catwoman. Y esto debió de ser un proyecto soñado donde lo dio todo. Es divertido leer cómo intentaba controlar al friki que había en él cuando se escribía con Westlake.
Posiblemente The Hunter sea más memorable, más redonda y es una presentación de esta especie de Conan moderno que es Parker. Recuerdo que empecé a leerla una noche que estaba hecho polvo y no me fui a dormir hasta que me la acabé de lo enganchado que estaba. ¡Y eso que ya me había leído el libro y visto las dos adaptaciones cinematográficas! The Outfit es interesante pero es casi más una continuación, un final de la situación en que quedaba el protagonista al final de su primera historia, que una historia por derecho propio.
Me maravilla el uso del bitono y el estilo de dibujo, más suelto, más sucio, que en sus trabajos para DC...
Voy a echar mucho de menos los trabajos de Cooke, por el dibujo, pero sobre todo por las ganas que le ponía a sus proyectos y por el potente narrador que era.
Releer sus trabajos es la mejor forma que se me ocurre de homenajearlo.

Jack Kirby: Kamandi 1

Una maravilla.
De todos los trabajos de Jack Kirby, éste fue el único que aguantó económicamente. Mucho marear con el Cuarto Mundo u otras cosas pero el mejor trabajo de esos años del Rey fue esta serie.
Sí, que es una fusilada del Planeta de los Simios (con elementos que tenía preparados Kirby desde hacía mucho tiempo, también hay que decirlo).
Pero el tío no se conforma con monos, no. Tenemos lobos, tigres, leopardos, perros. A lo grande. Que no falte de nada. Tenemos hombres nucleares y acción sin descanso. Tenemos un entintador glorioso. Tenemos un héroe que en su primera salida al mundo exterior ya se carga a dos enemigos, uno a tiros y el otro electrocutándolo.Y, sobre todo, tenemos un mundo del que te quedas con ganas de más.

Yildiray Cinar y Len Wein: Legends of Tomorrow 2

Poco que añadir a lo que ya comenté sobre el número 1. Firestorm es clásico, en el mejor sentido de la palabra, y Conway vuelve a montar la combinación clásica de Raymond y Stein. Hasta se permite homenajes a dibujantes del pasado como Al Milgrom o Rafael Kanayan. Metamorpho va siguiendo con el origen y mostrando a Stagg como el miserable que siempre estuvimos convencidos que era. Sugar and Spike siguen haciendo el loco con elementos psicotrónicos de historias de los años 50. En esta ocasión, la isla en forma de Superman.
Y en los Metal Men, tenemos a un Yildiray Cinar potentísimo que nos da la versión más dinámica y metálica de estos personajes de tercera regional. Y Len Wein usa otros juguetes robóticos olvidados como Robotman o Tornado Rojo,

Manel Gimeno: Flash Back en negro

El trabajo de Manel Gimeno ha quedado muy olvidado. Hay muchos factores: que colaboraba para Bésame mucho, una revista que quedó a la sombra de El Víbora o Cairo, y en parte porque el autor desapareció, a nivel nacional, prácticamente del cómic tras este trabajo.
Este tomo recupera todo el material del personaje "M", un aventurero que vive en un mundo donde el género negro más clásico se mezcla con la ciencia ficción. Los guiones eran suyos o de Mique Beltrán, quien escribió la última historia, que quedó inconclusa en Bésame mucho, y que sólo se pudo leer entera en un álbum en valenciano/catalán/notengoganasdediscutir.
Los distintos relatos aguantan perfectamente el paso del tiempo. Hay mucho cariño por los clásicos, hay ritmo, los monólogos del protagonista tienen mucha gracia y el dibujo recuerda nombres más conocidos, que no necesariamente mejores de la Escuela Valenciana de esos años.
Y leerlo todo seguido hace que el final sea más impactante aún.
Por cierto, que el autor tendrá un nuevo trabajo, en otro estilo ya que es de humor negro, en la calle para dentro de unos meses.

Mariel y Andreu Martín: Creepy 25

He pillado en el Salón varios Creepys que me faltaban. Me hace mucha gracia ver todas las cartas sobre Corben que escribía Santiago Segura.
Casi tanto como ver esta adaptación de Bram Stoker por un equipo creativo realmente inesperado.

Carlos Puerta y Pierre Veys: Barón Rojo 1: El baile de las ametralladoras

De niño vi El Barón Rojo de Roger Corman y eso provocó en mí el amor por los aviones de la Primera Guerra Mundial. Estéticamente me fascinan e intelectualmente, sabiendo con qué materiales estaban hechos, me impresionan.
Así que viendo las ilustraciones de Carlos Puerta en Facebook esperaba esta serie como loco, dudando si lanzarme a la edición francesa y punto.
Bueno, ya está aquí.
La historia nos muestra a un Barón Rojo con algo así como superpoderes, dándole al conjunto un elemento casi sobrenatural muy loco y sorprendente, y que consigue alejarse de una biografía al uso, más rigurosa pero indudablemente con más posibilidades de aburrir.
Puerta hace un trabajo espectacular. El combate de varias páginas mudas del Barón y un avión francés sobre un pueblo es brutal y lo he repasado varias veces estos días.La narrativa es tremenda. En los peros tal vez haya una cierta dependencia excesiva de las referencias fotográficas, lo que hace también que el Barón a veces recuerde a Christian Bale y otras a Jude Law.
Pero me da igual.
Por cierto, el segundo sale en unos meses y el tercero poco más tarde.
Que cuenten conmigo.

Tom: Mi puta vida

Un libro raro que mezcla pequeños capítulos de muy pocas páginas, y donde el autor  cuenta su vida desde sus inicios como humorista gráfico en las principales revistas humorísticas de la transición hasta su paso a la televisión donde ha trabajado en la producción de series muy conocidas de TV3 y Tele5 llegando a estar uno de sus documentales nominado a los Oscar, junto a una selección de chistes de hace un porrón de años (Tom reconoce que no dibuja desde hace quince años; por eso, en los dibujos de homenaje a Ibáñez que se vieron en el reciente Salón del cómic de Barcelona el suyo era un chiste que no tenía nada que ver con Mortadelo ni nada parecido).
Hombre, un poco de morro por intentar colarnos a los que lo recordamos una autobiografía. Pero lo que cuenta tiene interés.

Fabrice Parme y Lewis Trondheim: Spirou: Pánico en el Atlántico

El tipo de humor de Lewis Trondheim funciona como un tiro en el mundo de Spirou. Hay gags hilarantes, muchos de ellos coprotagonizados por una vieja insoportable y su perro, pero también uno puede ver una abierta crítica a la insolaridad de las personas junto a aventura a raudales con los elementos fantásticos de los inventos del Conde de Champignac de fondo.
Fabrice Parme tiene un estilo ligero, muy línea clara, especialmente dinámico. No lo tengo muy controlado. Voy a tener que investigarlo.
Si no lo conocéis, leedlo. Incluso lo podéis regalar a cualquiera, niños o viejos, de cualquier sexo, opción política, equipo de fútbol. Se lo pasarán en grande.

Ángel Unzueta y Koldo Azpitarte: Cara de ángel

El segundo trabajo de este dúo artístico tras las aventuras históricas de Reliquias es un thriller con elementos fantásticos.
El esqueleto narrativo no está muy lejos del de las historias de la EC. Los personajes están bien presentados, no queda claro quién es el culpable hasta el final porque hay varios posibles, hay algunos diálogos ocurrentes... Mi mayor y única pega viene al final. Se nota algo apretada esa explicación de lo sucedido, demasiado literaria y atropellada.
El trabajo gráfico me parece espectacular. Lo que más me ha gustado de todo lo que ha hecho hasta el día de hoy. Esos efectos tramados, esa paleta de colores, los elementos decorativos, esos parecidos con Glenn Ford o Robert Mitchum, todo ayuda a dar la sensación de leer un pulp de los cincuenta en cómic.

Denys Cowan y Dwayne McDuffie: Prince: Alter Ego

Mi homenaje a Prince.
DC ha intentado varias veces otros sellos: Helix, Paradox o Piranha. Todos acabaron cerrando y, lo que funcionaba, absorbido dentre de Vertigo. A fin de cuentas, nunca estuviron demasiado diferenciados...
Este comic, con una portada maravillosa de Brian Bolland, a mayor gloria de Prince, narra un enfrentamiento musical entre Prince, representando al bien, y Gemini, un amigo de juventud que representa al mal. Un poco en plan Cruce de caminos, la película de Walter Hill.
Es complicado hacer un cómic sobre música. El medio no ayuda.
Así que el resultado queda muy cojito.
Curioso y poca cosa más.

Darwyn Cooke: Before Watchmen: Minutemen/Silk Spectre TPB

¿Sabéis eso de que el medio es el mensaje? Creo que un caso claro es la serie original de Watchmen. Lo que la hizo destacar no era sólo la historia, el misterio de quién mató al Comediante, sus superhéroes sórdidos y "realistas"... Era cómo estaba contado, el detallismo daba verosimilitud a todos lo que se nos contaba.
De todos las obras de Before Watchmen el único que parece que se ha preocupado especialmente es imitar la técnica de Alan Moore es Darwin Cooke. Mantiene una parrilla de viñetas similar a la de tres por tres de la obra original, hace enlaces entre secuencias parecidos, escribe frases con dobles sentidos o que lo relacionan con otros elementos de la historia, títulos relacionados con alguna canción o escrito que aparece al final del número... Lo único que no mantiene es la falta de onomatopeyas, que son usadas puntualmente.
Este tomo incluye dos miniseries: la de los Minutemen y la de Silk Spectre (coescrita y dibujada por Amanda Conner, en uno de los mejores trabajos que le he visto). La segunda es muy curiosa y me ha hecho gracia la ambientación del San Francisco hippie, aunque el usar a Frank Sinatra de malo y algunos elementos burros o satíricos son muy Garth Ennis.
Pero la primera, oh, la primera...
Es la mejor, en mi opinión, de las series Before Watchmen. Cooke engancha con una historia de crímenes sobre alguien que mata niños, nos presenta a los personajes y los desarrolla estupendamente. Me he quedado con ganas de leer más historias de Silhouette, por no decir que el Comediante se nos muestra como el cabrón con piernas que todos sabemos como en ninguna otra de las historias. Y Cooke dibuja y narra que es un gusto, ayudado por el color de un sorprendente Phil Noto.
Al final, de las series Before Watchmen, podemos discutir si era necesario, si aporta realmente algo. Pero lo que tengo bastante claro es que, en general, la media es muy alta, prácticamente casi todas las obras tienen elementos muy interesantes y que sólo por haber leído la serie de los Minutemen de Cooke a mí ya me compensa el experimento.

John Higgins: Before Watchmen: Ozymandias/Crimson Corsair TPB

Este tomo recoge las historias ligadas al guionista Len Wein, editor de la serie original de Watchmen.
La primera, dibujada por Jae Lee, es la más larga y está centrada en el personaje de Ozyamandias. Siempre he dicho que es muy complicado escribir a un personaje muy inteligente porque sólo puede hacerlo un escritor muy inteligente. Len Wein demuestra serlo con este análisis del origen de este "héroe". Lee se lo pasa bomba con unos diseños de página de lo más personal. Su estilo, algo frío, le va de perlas al personaje, siempre con ese aire superior.
La última historia es un número unitario dibujado por Steve Rude sobre el personaje de Dollar Bill. Muy bonito pero hay poco que rascar.
En los comic books de las distintas miniseries aparecía un complemento de dos páginas sobre una historia de piratas que homenajeaba al género favorito en el mundo de Watchmen. Al principio los escribía Wein pero pronto lo sustituye John Higgins, el colorista de la obra de Moore y Gibbons, quien ya dibujaba y coloreaba este complemento. Y uno no puede evitar pensar en aquello de "quien mucho abarca, poco aprieta". Porque el dibujo es malo, el color es un espanto y soso y la historia, a partir del momento que la coge Higgins no tiene pies ni cabeza. Un auténtico horror de historia, cuando debería ser una historia de horror.

J.Michael Straczynski y Andy Kubert: Before Watchmen: Nite Owl/Dr. Manhattan TPB

La primera historia de este tomo que recoge las tres miniseries guionizadas por J.Michael Straczynski se centra en el origen de Búho Nocturno y sus traumas mientras investiga junto a Rorschach una serie de asesinatos de prostitutas. Muy entretenido, bien desarrollado, con detalles cuidados. Y Andy Kubert tiene dos entintadores de lujo: su padre, Joe Kubert, que se encarga del principio y que luego fue sustituido por Bill Sienkiewicz.
La segunda, sobre el Doctor Manhattan y dibujada por un sorprendente Adam Hughes (sí, aún sabe dibujar cómics, amigos), es un retrato de alguien que vive todo el tiempo al mismo tiempo, literalmente. Todo muy pensado, muy estudiado en cuanto a la física cuántica, pero no deja de ser demasiado frío.
La historia final de Moloch, dibujada por Eduardo Risso, no es especialmente memorable pero el trabajo gráfico es apabullante.
En resumidas cuentas, un tomo muy digno.