Bruguera tenía un ojo puesto en el cine y, posteriormente, en la televisión.
Cuando se enestrenó en España Simbad y el ojo del tigre, una de las películas con efectos de Ray Harryhausen, se serializaron en Pulgarcito varias historias que se vendieron como si fueran obra de un autor "anónimo".
Aquí el guionista se lo pasó bomba haciendo el cafre. Hay una escena con unos caníbales que es hilarante pero nada comparada con el momento en que Simbad es enterrado vivo con su mujer recién fallecida, según la costumbre local y sobrevive, después de comer los mínimos alimentos que le dejan, devorando los que les dejan a los que entierran poco después...
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