El primer Brujeando me pareció que fallaba algo en la estructura: el motor desencadenante de la trama, la llegada del hada bebé Hazel al mundo de las brujas, pasaba a mitad del primer álbum.
El segundo funciona bastante mejor.
Para un adulto, claro.
Porque he comprobado en casa que a mis hijos les han encantado los dos. Y recordemos que es un cómic infantil y que no se avergüenza de ello.
Así que mi opinión no es la del lector de buscan.
Pero qué ganas tengo de que le den de bofetadas a Rex hasta en el paladar de la boca...
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