El otro día me entraron ganas de releerme Calvin y Hobbes para ir preparándome para el nuevo trabajo de Bill Watterson, The Mysteries.
Total, que cojo los tres tomazos en tapa dura -algo incómodos, la verdad- de la primera edición completa americana y me he pasado varios días disfrutando del humor y la humanidad de estos personajes.
Me ha sorprendido ver lo limitada que es la galería de personajes: Calvin, Hobbes, los padres, Susie, Moe, Miss Wormwood, el director y poco más. Normalmente, en estas cosas suelen ir agregándose personajes para facilitar nuevos gags, nuevas historias. Aquí no. Solamente con los dos protagonistas y los padres tendremos el 70% de las tiras.
El humor me ha hecho explotar riendo en más de un momento otra vez. Y algunas reflexiones, algunas muestras de ternura son de las que te funden por dentro.
Qué gran, gran cómic.
Y he pensado que es una buena obra para cerrar este blog.
Sé que algunos amigos como Julián o Iñaki lo van a echar de menos, pero esto lleva mucho curro para las pocas visitas que hay. La gente ya no lee blogs. Y los comentarios que llegan son sobre todo de mierdas de spam, y que luego he de denunciar o borrar...
He llegado a un momento en que lo que saco haciendo divulgación, por decirlo de alguna manera, no me compensa el tiempo que dedico a escribir por gusto. Ya ni hablo de dinero, es que ya no es divertido. La aplastante mayoría de lo que hago es por cosas que me he montado yo (el blog, el canal de Youtube) o porque me lo piden buenos amigos (léase Vicente García y Koldo Azpitarte).
Así que cierro este blog, he cerrado mi columna de la revista Dolmen (aunque haya dejado un par adelantadas) y el canal de video seguirá aunque a un ritmo muy, muy inferior, probablemente. Supongo que alguna colaboración puntual caerá, pero la verdad es que no me apetece mucho escribir.
Es lo que hay. De momento, al menos.
Salud y muchas gracias a los habituales.