De los trabajos de Enrique Vegas me gustan especialmente los que son más personales, los que no son parodias de personajes de comic, cine o televisión.
Este es uno de ellos, con una historia de samuráis clásica hasta la médula, con traiciones, honor, deudas pendientes y sed de justicia.
Además su estilo humorístico y amable funciona de perlas en este registro, hace que las escenas "duras" resalten e impacten más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario