martes, 6 de noviembre de 2018

Bartolomé Seguí y Hernán Migoya: Carvalho 1: Tatuaje

Tenía este álbum pendiente desde que salió, sí. También tenía relativamente reciente entonces la lectura de la novela de Vázquez Montalbán por lo que no quería caer en excesivas comparaciones. Creo que he hecho bien en esperar, en dejarlo reposar.
Esto me ha permitido poder disfrutar más esta obra por sí misma, posiblemente.
Hernán Migoya adapta con oficio, mantiene la trama sin atajos, conserva y destaca los tics de Carvalho (ese quemar libros, ese amor por la gastronomía, su relación con Charo) y sus contradicciones. Me han gustado especialmente los textos, por cierto, que son una delicia y, sobre todo, los diálogos que me recordaban, curiosamente, a los de Sánchez Abulí en alguna escena. Supongo que buena parte vendrán de la novela original pero sean una selección o una adaptación son modélicos.
Bartolomé Seguí ya había trabajado en cómics de serie negra ambientados en Barcelona pero aquí se supera. Esa Barcelona de los años 70 es un personaje más y toda una recreación de época, de color local, de arquitectura, de atmósfera y todo ello ayudado por un color ideal. ¿Sabéis esa frase, un tópico de cuando se compara el cómic y el cine, de que cuesta lo mismo dibujar un combate de naves espaciales que a dos personas hablando en una sala? Sí, hombre, esa frase que hace que los dibujantes pongan los ojos en blanco y piensen "¡Claro, como no lo dibujas tú!". Pues pensaba en ello al ver este álbum y en lo que costaría que la Barcelona actual se parezca a como era hace más de cuarenta años en una película y lo estupendo que ha quedado en este álbum... Aplausos por los cameos y, sobre todo, por el casting elegido. Menos mal que en España el tema de los derechos de imagen no va como en los EEUU.

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