A mí me encantaba Corto Maltés hasta que a Pratt le pegó por meter elementos místicos constantemente, que algo de realismo mágico le iba fantástico al personaje pero marear con la cábala me dejaba muy frío.
Pues este álbum es un regreso al Corto que me gusta, al más aventurero.
Pellejero ha conseguido algo muy complicado, imitar el estilo de Pratt de forma que no se estrelle visualmente con lo ya conocido como el uso habitual de planos de perfil y frontales (me encantan esos brochazos gruesos en los fondos, por cierto) pero manteniendo su estilo en muchos otros elementos. Y cuando se trata de dibujar elementos mecánicos los hace él y no un ayudante con un estilo que da de patatas al conjunto, como hacía el vago de Pratt. En esto salimos ganando.
Uno de los elementos que más me gustaron siempre del Corto de Pratt fueron los diálogos. Eran ingeniosos y con mucho ritmo. Díaz Canales los recrea con una naturalidad que asusta. Mención especial también para la documentación que habrá tenido que manejar...
Supongo que será un éxito de ventas. Espero que a los lectores les guste tanto como a mí porque quiero más.
Y sí, he pillado la edición en blanco y negro. Siempre he preferido a Corto así.
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