Poneros en mi piel, en la de un absoluto colgado de la etapa de Moench/Gulacy.
O sea, me gusta que el guionista, Benson, recupere a un villano tan olvidado y olvidable como Skull Crusher. O incluso al villano sorpresa, aunque no acabo de entender que no se sorprenda apenas Chi de que esté vivo...
Me gusta que meta a Shang Chi junto a los Hijos del Tigre y las Hijas del Dragón.
Me parece una bobada que se saque a un Dragón Blanco que no se sabe si es nuevo o es uno de los anteriores y que resulta que es un mafioso londinense. Y ya no entremos en el rollo místico y una trama que parece más del Doctor Extraño.
El inicio con la muerte de una persona muy ligada a la serie de Shang Chi me parece arriesgado pero no está mal llevado, sobre todo con las revelaciones de sus últimos actos, que ligan muy bien con el tono algo pesimista de la etapa de Moench y sus "juegos de muerte y engaño".
Lo que no soporto, porque me convierte a Shang Chi es un Bruce Lee más, es su imagen. No sé si me indigna más verlo sin su uniforme rojo o con zapatos.
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