Un número extraño porque lo dibuja Grandenetti, un tipo que solía hacer trabajos en series de corte terrorífico o sobrenatural, como Spectre o Creepy.
Igual no era el dibujante más indicado, pero el resultado no puedo decir que me desagrade.
Un número extraño porque lo dibuja Grandenetti, un tipo que solía hacer trabajos en series de corte terrorífico o sobrenatural, como Spectre o Creepy.
Igual no era el dibujante más indicado, pero el resultado no puedo decir que me desagrade.
Si hablo de los Comandos Aulladores del Sargento Furia de la competencia y no de la Compañía Easy del Sargento Furia, es porque el exceso casi cómico es la norma del día.
En este número, Tomahawk y sus hombres son capturados y enviados a Inglaterra para ser ejecutados.
Allí se escapan y se dedican a hacer terrorismo non stop hasta que roban un barco y vuelven para casa.
Como cuando los Comandos Aulladores iban y entraban en Alemania y le metían un petardo en los calzoncillos a Hitler o lo que fuese.
Compré un buen lote de esta colección hace años, esperando el momento de leer las historias de este héroe fronterizo enfrentado a los ingleses e indios durante la Guerra de la Independencia.
Aunque los números buenos son los de Kanigher y Thorne, empiezo por éste por su espectacular portada de Neal Adams y para poder apreciar el cambio de equipo creativo.
Por decir algo, porque cambiaban de número a número, casi, casi.
Y también para ir haciéndome con los personajes secundarios, los rebeldes a las órdenes de Tomahawk y que tanto me han recordado los Comandos Aulladores del Sargento Furia.
Relectura para preparar un video que podéis mirar aquí.
Curioso ver que mi capítulo favorito esta vez fue el del Príncipe Vikingo y su influencia de Druillet. Me encanta este barco vikingo tan fantástico y poco realista.
Como con tomos anteriores, Jason Aaron nos da una de cal y otra de arena. El comportamiento de Namor no me convence nada y es incoherente con lo visto hace unos números.
Pero eso de enfrentar a un héroe que va todo de blanco a otro que va todo de negro, y que nunca se había producido que yo sepa, tiene mucha gracia.
Y poco a poco, todos los argumentos secundarios empiezan a converger. No creo que quede mucho tiempo antes de que Aaron cuelgue el uniforme de guionista de los Vengadores y venga otro guionista con un nuevo número 1.
Y tiene también mucha gracia comprobar que Carlos Pacheco ya puede ver autores con claras influencias suyas.
La historia central no es especialmente memorable.
Pero el complemento del relato corto de ¡Filemón contra Mortadelo! tiene su coña, con Ibáñez desfogándose acerca de los favoritismos de los lectores.
Tras la agradable sorpresa de Gideon Falls, decidí darle un tiento a Black Hammer.
Elegí el tomo de la edición Library, que es en tapa dura y más grande. Estupenda, por cierto. Más que nada para no liarme entre tanta colección, miniserie y spin-off.
Empecé a leerlo y me fui a dormir a las tantas porque me tenía enganchado y no paré hasta acabarlo.
Lemire no disimula sus referentes (Mary Marvel, el Capitán América/Daredevil, Green Lantern, los anfitriones de las historias de terror de la EC y DC, Capitán Comet/Adam Strange, el Detective Marciano, Galactus/Darkseid, sobre todo), porque juega a dos bandas.
Por un lado nos cuenta una historia de superhéroes, la de un grupo de héroes que ha acabado en una pueblo que no deja de ser una prisión.
Y por otro nos cuenta la historia de las publicaciones de superhéroes, los momentos más importantes, las modas, las series que más han influido. Adoro especialmente los homenajes a los autores como Len Wein y Bernie Wrightson en el precioso número dedicado a Dragonfly, y que el nombre del Doctor Star, el Starman del Universo Black Hammer, sea James Robinson, como el guionista de la mejor etapa de Starman jamás publicada.
No quiero olvidarme de Dean Ormston y demás dibujantes de este tomo. Esto no sería lo mismo sin ellos. La mayoría tienen estilos bastante alejados del mainstream superheroico, no son nombres que te imaginas dibujando a los Vengadores, por decir algo. Y ello ayuda a que la serie tenga su sabor particular, muy diferente de cómics de otras editoriales, con estilos muy diferentes.
La única pega sería tal vez que el desarrollo de la trama es muy lento. Pero como hay tanto trabajo en presentarnos a todos los personajes y eso se hace de una manera tan brillante, casi ni te das cuenta.
Me voy a tirar de cabeza a leer el resto.
Sólo por el capítulo del hijo del Súper ya vale la pena. Es tan potente, que no si era consciente Ibáñez de ello, pero el último capítulo no deja de ser una nueva versión de éste.
Final de la saga, los villanos salen a la luz, todo se explica, por decir algo.
Me consuelo con Dick Dillin, el Sal Buscema de la DC de los setenta.
El dinero físico ha desaparecido y se ha sustituido por tarjetas de crédito. En diez días. En todo el mundo.
La gente se vuelve imbécil y los animales listos.
Una historia bastante marciana, la verdad.
El autor tuvo que se operado de un tumor cerebral justo antes del confinamiento y aquí cuenta su experiencia alejado de dramatismos, de una forma ligera, divertida, simpática, caótica, cálida, pero sobre todo humana.
Hablo de los siete números de la colección, aviso. Paso de hacer entradas individuales, que me pilla el toro.
Una adaptación muy sólida en cinco números de la película de los años 70. Pérez está entintado por Klaus Janson y se nota. A Conway le siguió David Anthony Kraft en uno de sus mejores trabajos. Nunca he sido muy fan suyo, más bien al contrario, pero aquí me ha sorprendido gratamente.
Luego dos números que seguían la historia y que dejaron colgada por problemas con la productora, la MGM, que no habían entendido que no era sólo una adaptación, que la cosa iba a seguir...
Lo que les obligó a meter un complemento de Thanos contra Drax dibujado por Mike Zeck, que al ser la primera historia de Thanos en solitario ahora se cotiza bastante, y a que un complemento que estaban haciendo Archie Goodwin y Michael Golden sobre los primeros años de Logan se publicara años después con un nombre diferente para aprovechar el material.
Supongo que nadie pensaba que el protagonista de esta historia en un almanaque de Spirou acabaría siendo uno de los personajes más populares de la BD...
Otra serie clásica que me quiero mirar desde el principio.
Como los primeros álbumes de Lucky Luke llevaban historias cortas y las voy leyendo en el orden indicado, pues el orden en que los acabo y les hago entrada puede variar...
En este álbum hay una de las mejores historias que escribió Morris y que es un ejemplo perfecto de las ondas expandiéndose en un estanque, del efecto mariposa. Lucky Luke le gasta una broma a un minero y esto provoca una fiebre del oro que provoca en la costa Este que un banquero monte una estafa que acaba provocando ruinas y muertos.
Y en un acto muy maligno, el estafador acaba viviendo de lujo en Florida.
Pura genialidad. No sé cómo se lo coló a Dupuis con lo mojigato que era.
Una miniserie que aspiraba a más y se quedó en eso.
Una pena, Baron se divierte en esta trama de serie negra con momentos muy locos, como esa droga que puede hacer que sufras combustión espontánea, y Gulacy en blanco y negro funciona de fábula.
Bichos que intercambian habilidades y un malo que se ve venir a la legua.
Lo que más me ha divertido es este momento tan del pasado...
La llegada de Tillieux a los guiones de la longeva serie Tif y Tondu trajo unas historias bastante más sombrías y siniestras que las de Rosy, pese al dibujo amable de Will, tramas que no se alejan mucho de las que uno podría leer en el Inspector Dan de Giner, por ejemplo.
Igual es porque las aventuras pasan por Inglaterra...
Al final tenemos una muy acertada mezcla de aventura y thriller y, con la llegada de Kiki, una secundaria de la serie, un cierto carácter sexy que no se encontraba con facilidad en el comic infantil y juvenil de esos años.
Una de las mejores adaptaciones de película al cine.
Por los dibujos de Arthur Adams, por cómo Moncuse usa, exceptuando una escena de relleno, TODOS los diálogos de la película, por cómo se pasa de los parecidos haciendo el cómic más vivo y no una copia de fotos promocionales, por ser una obra en sí misma y no un objeto para recordar la película.
Más aquí.
Aunque el último capítulo no tiene mucho sentido y los mejores gags van para los enfrentamientos con los agentes enemigos, tiene algunos momentos que me siguen divirtiendo una barbaridad.
Los diseños de los extraterrestres son divertidísimos.
Lo de meter a los dos protagonistas en un bar también da para más de un gag original...
Una historia corta, sencilla pero de las que se te quedan grabadas.
Tiene bastante gracia ver cómo Kirby le echó una mano a Romita cuando llegó para que se acostumbrara a lo que esperaban de él en Marvel.
Al final de la saga, Gene Colan deja de firmar como Adam Austin, porque se veía por su estilo quién era. Menos mal.
Por lo demás, una saga bastante frenética, con Iron Man a punto de morir varias veces mientras se enfrenta por primera vez a su amigo/guardaespaldas/chófer Happy convertido en el Freak y, luego,
Tres historias negras, una que recuerda el caso de El Nani, otra con banqueros corruptos, y la última sobre explotación de inmigrantes ilegales. Todo muy real, muy del momento, se nota que era una tira para un periódico.
Las tramas son algo erráticas a momentos, pero la protagonista es un hallazgo y los diálogos son un placer.
Como el dibujo de Arjona.
Realmente, este álbum tiene a los dos protagonistas paseando por el campo la mayoría del tiempo...
Y el partido que les saca Ibáñez, oigan.
Eso sí, mis gags favoritos son los del principio, con el Super, su cara de cerdo y la mujer del portero.
Este annual de la colección se hizo para aprovechar historias que se habían preparado para números que no llegaron a publicarse del título mensual.
Me llama la atención la rotulación mecánica, horrible, en todas las historias.
Si os gusta Bruce Jones, muy recomendable. Cuatro historias suyas. Una dibujada por él mismo, otra por Alex Niño, otra por Vicente Alcázar y otra que está firmada como Redondo, por lo que tanto podría ser Virgilio como Nestor, pero que muchos indican que está mal acreditada ya que era de Ruben Yandoc como se ve por el estilo. No sé, no sé.
Esta última es de lo mejor que ha escrito Jones. Brutal.
-Oye, John, a ver, que esto va de superhéroes y supervillanos. Y el malo en la primera parte de la saga va de pirata. Y en la segunda va de gaucho o no sé qué...
-A mí no me mires, que acabo de llegar. ¿Quieres un uniforme de supermalo? Pues eso está hecho, Stan.
Michael Moorcock escribió un cuento titulado "Behold the Man" (que creo que por aquí se ha llamado "Ecce Homo" o "Contemplad al hombre"). Cuenta la historia de un viajero en el tiempo que acaba siendo Jesús. Porque el hijo de José y María, el Jesús de verdad, es un retrasado mental.
Esta historia, polemica, fue adaptada en el último número mensual de la colección. Un trabajo brutal. potentísimo, de Moench y Niño. Roy Thomas, el editor, como ya se veía posibles problemas dedica todo el editorial a hablar de la historia...
En España Vértice se la saltó, al igual que la portada con el astronauta crucificado. Se publicó en la revista Nueva Dimensión pero a un tamaño que era un dolor.
Howard Chaykin adapta un cuento de Larry Niven que le va como un guante: ciencia ficción y serie negra.
Lo más divertido de este número es la adaptación del cuento de Robert Silverberg "Buenas noticias del Vaticano".
No se publicó en España porque eso de que un robot acabe de Papa era muy extremo para los años 70.
Lo mejor de este número es la adaptación de "Arrepiéntete, Arlequin, dijo el Señor Tic Tac" de Harlan Ellison a manos de Roy Thomas y Alex Niño.
Qué brutalidad de dibujante.
El plan del villano es bastante absurdo. ¿Para qué asalta barcos, si lo que quiere es el medallón de Ka-Zar?
Al menos, Daredevil aguanta esta vez el ataque de Ka-Zar sin hacer el ridículo.
Y se pelea contra Maa-Gor, oye.
Sigo con mi lectura cronológica de Marvel, tras unos meses de respiro.
Me gusta mucho leer los comic books originales, con su olor tan particular.
Y pese a sus salidas de registro del color.
La llegada de Romita es una alegría, pero se ve que, como no acababa de entender lo del Método Marvel, Kirby le hizo los bocetos de un par de números.
Me divierte mucho ver que cuando Daredevil se encuentra con Ka-Zar no le aguanta dos tortas.
Y que el villano es un pirata de tercera regional.
Menos mal que lo mejoraron algo más tarde.
El final de cada episodio me parece memorable por el uso de los carteles que van anunciando la suspensión de algún número...
Estos integrales son una delicia para grandes y pequeños. La imaginación desbocada es constante. Cómo cierra tramas en un periquete cuando apenas queda espacio es impresionante.
Una joyita.
Lo de basar una historia de Mortadelo y Filemón en un invento es algo muy habitual. Lo original aquí es que es el villano, Von Nassen, el que lo usa.
El segundo número tiene una historia de Kaluta incomprensible pero una portada del mismo absolutamente arrebatadora, portada que remite a la historia del Juguete Bélico, uno de esos primeros trabajos primerizos de George Pérez pero que es de lo más resultón.
Me parece muy divertido cómo Ibáñez parece que se da cuenta a medio álbum que después de Frankenstein, Drácula, el Hombre Lobo, la Momia y King Kong, se le empiezan a acabar los posibles monstruos y mete alguna cosa muy surrealista como "la cosa peluda".
Eso sí, algunos gags son brutales, y el hombre tenía una soltura en el dibujo de lo más efectiva.
Me sigue maravillando cómo Steranko se pasea por el borde de los tópicos más brutales y consigue hacerlo nuevo y original, cómo juega con la narrativa haciendo páginas dobles usando cuatro viñetas iguales. Es un maestro.
Por si alguien quiere saber más, pinchad aquí.
Me he estado leyendo, releyendo de hecho, toda la colección de Unknown Worlds of Science Fiction. Me he divertido una barbaridad viendo algunas de las historias o encontrando nombres de autores que entonces eran casi recién llegados pero que luego serían nombres clásicos.
Y la cantidad de reediciones de historias de fanzines que había. En el primer número había varias pero la más impactante es la de Neal Adams, una dura historia antibélica, y donde Adams usa recursos poco habituales en él como el collage.
No recordaba prácticamente nada de la trama (que secuestraban a Tornasol y que tenía ganas de que alguien le partiese la cara al pesado de Serafín Latón y poco más) y la he disfrutado un montón. Ha sido como encontrarte un álbum perdido de Tintin sobre la guerra fría.
Una cosa que me ha llamado poderosamente la atención es la escena en que los personajes se cruzan en un hotel sin encontrarse. Estas escenas las hemos visto muchas veces en el cine pero no tantas en cómic.
O al menos no tan bien contadas.
Dos hombres en un faro, simbolismos, locura y referencias culturales.
Paco Roca adelantando a Robert Eggers.
Lo de hacer "Una aventura de..." se ha convertido ya en una costumbre, no en una rareza.
Este primer álbum dedicado a Lucky Luke llevaba ya tiempo editado en español, pero la rotulación de la editorial local me da mil patadas, así que al final opté por la edición original.
Un gran álbum, efectivamente. Muy divertido ver que Bonhomme elige contar cómo Lucky Luke dejó el tabaco por la brizna de hierba, cómo habla de los villanos que mató en sus primeros álbumes, cómo recupera algún personaje secundario olvidado.
Pero sobre todo como traslada al solitario cowboy a una trama y a un estilo que tiene más que ver con los álbumes de Blueberry de Giraud y Charlier.
Hasta la rotulación tiene un aire a la de Giraud.
La original, claro.
Tras el nombre de Dr. Pintamonas, su nombre en Instagram, se esconde Iñaki Gutiérrez, médico y amiguete.
Iñaki trabaja en el servicio de emergencias vasco, en ambulancias y helicópteros.
Y le gusta dibujar, e ir tomando notas de lo que le rodea, como cualquiera que se haya de ido de viaje con él puede atestiguar.
Este tomito autopublicado recoge algunos de los dibujos que fue realizando en los primeros meses del confinamiento, acompañados de comentarios explicativos, anécdotas, opiniones, homenajes a los caídos, a los que estaban trabajando para que todo siguiera funcionando en una situación tan única y terrible...
Realmente, creo que el valor de esta obra se verá dentro de algún tiempo, cuando se pueda percibir la perfecta síntesis de estos tiempos extraños que vivimos.
Pero de momento yo la he devorado con verdadero gusto.
El Profesor Bacterio convertido en un energúmeno y Mortadelo y Filemón intentando capturarlo.
Algunos gags del capítulo del ballet los tengo grabados a fuego en la memoria.