Una de las primeras series japonesas que llegó a Occidente.
Siempre me ha gustado mucho Ikegami, tiene algo que me atrapa, no me ha parecido nunca el típico dibujo de autor manga, que muchas veces tienen un punto bastante impersonal.
Me divierte mucho como juega con los espacios en blanco o simula la digitalización para las escenas de sexo explícito, o incluso momentos casi expresionistas.
Me había pillado la primera colección y ni me enteré de la edición completa que se hizo después, que he tenido que rastrear de mala manera de segunda mano. A ver si me lo leo rápido...
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