Un cómic raro, raro, que sólo se vendía por correo para recaudar fondos para Unicef y que tiraba de la popularidad de Veneno que empezaba a explotar. Un guion correcto de Peter David y un dibujo muy noventero de Jim Craig y alejado de sus trabajos iniciales en series como Master of Kung Fu.
Se deja leer, pero sin más.
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