La verdad, me esperaba algo que hiciera que el personaje del Caballero Luna se pareciera al de la serie de televisión. Y no.
MacKay hace un trabajo que es accesible a nuevos lectores pero, al mismo tiempo, es un gustazo para los más veteranos, con invitados inesperados y que, aunque plantea cambios, nunca son olvidando lo acontecido, sino algo que surge de un modo muy natural.
Por ejemplo, está el detalle de mezclar vampiros y monstruos varios en el mundo del Caballero Luna. ¿Extraño? No, porque ¿acaso no apareció por primera vez el personaje luchando contra un hombre lobo? Otro ejemplo: ¿no tienen todos los héroes un antagonista que viene a ser un reflejo oscuro? ¿Es extraño que aparezca uno para el Puño de Konshu que es el OTRO puño? Pues todo así.
Y no me quiero olvidar del detalle de que las historias duran lo que tienen que durar, no se alargan para rellenar un tomo recopilatorio. Por eso este primer tomo tiene contenido.
Y encima tiene los dibujos de Cappuccio, quien me había pasado bastante desapercibido hasta el momento, y que aquí me ha dejado deslumbrado, con sus juegos narrativos, su estilo escueto pero espectacular, y con un color que hace que el resultado sea una delicia, con un héroe de lo más fantasmagórico.
En fin, espero el segundo tomo con verdaderas ansias.
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