martes, 12 de febrero de 2019

Steve Ditko y Stan Lee: Amazing Fantasy Omnibus

Antes de los superhéroes de Stan Lee y Jack Kirby, Marvel vivía de cómics del oeste, de humor y fantásticos. Éstos últimos solían ser cómics de monstruos gigantescos dibujados por Kirby aunque también hubiera historias de fantasmas o de ciencia ficción, en una línea más cercana a Twilight Zone que a los cómics de la E.C., claro.
Amazing Adventures fue uno de los últimos intentos de esos cómics fantásticos. Duró seis números y solían constar de una historia de monstruos que ocupaba aproximadamente medio número, algún relato corto dibujado por Steve Ditko y una historia del Doctor Droom, una especie de prueba de lo que fue después el Doctor Extraño y al que se le cambiaría el nombre por Doctor Druida cuando se reeditó en los años setenta para evitar confusiones con el Doctor Doom, el enemigo de los 4 Fantásticos.
La colección cambió de nombre a Amazing Adult Fantasy y también ligeramente de contenidos, porque ahora sólo había historias cortas, cinco, siempre dibujadas por Ditko. Todas ellas tenían una primera página con una única viñeta y no, como era lo más habitual de la época, una grande y dos más pequeñas en la parte inferior. Hasta tenía una página a modo de índice y otra anunciando el próximo número. Intentaba ser diferente de todos los otros títulos fantásticos. Para mí estos números son lo mejor de este tomo ya que hay verdaderas joyas de Lee y Ditko. Es cierto que se nota cierta tendencia a repetir fórmulas y elementos (ladrones que huyen y se refugian en algún lado donde acaban recibiendo su merecido, extraterrestres que capturan a algún humano despreciable, museos de cera, intentos fracasados de invasiones alienígenas) pero también es verdad que hay algún relato que aún sorprende con su giro final o por su humor, como la historia donde Lee y Ditko hablan sobre su próximo trabajo, un cómic con un dibujo casi minimalista de Ditko pero extremadamente eficaz. Porque este tomo recoge sin duda algunos de los mejores momentos del J.D.Salinger del cómic. Es un verdadero placer sumergirse en estas páginas tan expresionistas.
Los superhéroes empezaban a funcionar muy bien y Marvel sólo podía editar por temas de distribución ocho cómics al mes. La colección perdió el "Adult" del título (que creaba problemas a algunos lectores a la hora de comprar la revista) e introdujo a un nuevo héroe: Spider-Man. Fue el último número de la colección. Había que hacer sitio para otro nuevo título. Fue para el Trepamuros, ya que se había vendido muy bien el número de su origen, pero eso ya es otra historia...

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