domingo, 16 de octubre de 2016

David B.: L'Ascension du Haut Mal

Aprovecho que viene David B. a Palma para leerla en francés en el precioso tomo integral de L'Association.
Aunque el final pierda un poco, y se vaya algo por los cerros de Úbeda, y nos quedemos con algunos interrogantes (¿Leyó el hermano epiléptico el cómic? ¿Qué le pareció?), me admira la capacidad del autor para conseguir emocionar (entristecer, divertir, indignar) y su brutal sinceridad que no esquiva algunas acciones suyas bastante criticables.
Y me pregunto si el autor se cambió el nombre, y que sonase más judío, como él dice, para separarse más de su hermano y su fascinación por Hitler. Lo que los haría mas parecidos al yin y al yang, y lo ligaría más a todo eso que se les explicaba en esas reuniones de macrobiótica a las que iban de jóvenes...
Pero lo que me ha impresionado más ha sido comprobar lo mucho que influye en la lectura de un cómic la persona que eres en ese momento. Y esto ha sido meridianamente claro comparando la lectura en álbumes de Sinsentido a ésta porque mis circunstancias personales han cambiado mucho de entonces a ahora.
Porque yo, como los padres del autor, tengo dos hijos y una hija, en ese orden, y mi hijo mayor tiene una enfermedad crónica que marca la estabilidad de la familia.
He entendido tanto a esos padres que buscan una cura... No os podéis hacer una idea.


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