Charlier era un poco caótico. Improvisaba mucho. En uno de los álbumes de la Patrulla de los Castores, Le signe indien, no se entendía el título hasta la última viñeta donde se explicaba por la patilla. Estoy convencido de que este álbum era un poco lo mismo. Lo títuló El águila solitaria originariamente (la edición española pasó del artículo tras leer el cómic) y luego se explicaba como que era el nombre de un indio...
Una de las cosas que más me gusta de Blueberry es esa mezcla de héroe y canalla, de idealista y hombre tremendamente pragmático...
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